Diez años de blog. Ni uno, ni dos, ni tres, sino diez.

No tiene mucho sentido ya publicar estas entradas, que seguramente nadie leerá, pero siempre he sido respetuoso con las fechas señaladas. Me importan demasiado, supongo.

De la década completa que ha pasado desde que decidí hacer esta… cosa, el primer lustro tuvo verdadera actividad, siguieron un par de años de apariciones quizá esporádicas y los últimos tres puramente testimoniales (aunque de cuando en cuando me arrancase con algún post espontáneo sin avisar a nadie).

Parece que han sido cuatro días, pero lo cierto es que en el año 2006 los smartphones tal y como los conocemos hoy aún no existían, ni llamábamos a nadie hipster todavía. Cosas veredes, amigo Sancho.

He estado tentado de borrar el contenido del blog, ya muy desfasado, en varias ocasiones, aunque mantengo el dominio para otras cosas, como mi propio correo electrónico, mi página personal y como almacén de otros enlaces y subdominios, así que la pereza me lo ha impedido.

Durante estos últimos años mi principal actividad en internet ha estado en Instagram, donde llevo publicadas más de 1.400 fotografías, a modo de blog visual en lugar de este, de texto, y en tumblr, con más de 2.200 posts de distinto tipo, aún contando con el continuo declive que ha tenido como red social durante el último año.

Pero tanto por allí como por aquí, seguiré estando.

¡Un abrazo!