Hoy cumplo veintiocho años, con lo que oficialmente ya no tengo una cifra que pueda ser considerada “joven” en prácticamente ninguna cultura. He pasado por los veintisiete sin morir y convertirme en leyenda, así que lo más probable es que a partir de aquí disfrute de una vida larga. Es mi predicción así que a callar todo el mundo.

Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad… saca la bota María que me voy a emborrachar.