• Seguir una dieta hipoinformativa: eliminar feeds de mi agregador y perder menos tiempo leyendo cosas que en realidad no me añaden gran cosa. En este apartado también entra mi filosofía actual de perder menos tiempo con los informativos televisados y los periódicos online. El criterio de qué es importante para mí y qué no será establecido exclusivamente por mí mismo.
  • En la línea de lo anterior, aumentar todo lo posible mi productividad durante las horas de trabajo. Si no tengo nada que hacer, irme a casa. Si tengo algo que hacer, hacerlo.
  • Valorar cada una de mis posibles aficiones en su justa medida, y cancelar posibles proyectos que no van a ninguna parte, así como potenciar los que realmente puedan merecer la pena.
  • Montar mi primera empresa. O no. Quién sabe.
  • Abrir al público el proyecto ciudadcapital.net, con el que ya llevo algunos años.
  • Consumir menos, reducir gastos ridículos que se van en la posesión de bienes absurdos (aunque mi definición de absurdo puede ser distinta a la de mucha gente). Ver divx, leer ebooks y escuchar mp3, por ejemplo. No gastar dinero en adornos superfluos, juegos a los que no voy a tener tiempo para jugar, ediciones especiales existiendo normales, etc., etc.
  • Colaborar con algún partido político, sindicato u ONG, dependiendo de cómo evolucione el año.
  • Deshacerme de lo viejo para dejar sitio a lo nuevo. Vender mi moto, por ejemplo.
  • Saltar en paracaídas.
  • Tanto si unos trabajos u otros salen bien o mal, hacer todo lo posible para sentirme realizado como profesional y como persona.

Todos estos propósitos son susceptibles de ser modificados cuando al autor le venga en gana, pudiendo ser llevados a cabo o cancelados si cambio de opinión. Es lo que tiene ser el autor.