Ha pasado bastante tiempo desde la última actualización pre-navideña, por lo que empezaré por un clásico ¡Feliz año a todos! Espero que las fiestas os hayan tratado bien (o, al menos, mejor que a mí). A mediados de Diciembre me atacó salvajemente lo que pudo ser cualquier tipo de enfermedad, infección, parásito, virus, bacteria o vete a saber qué. Cosas que he aprendido:

  • Tras los tres primeros médicos, si el diagnóstico no es gripe o gastroenteritis, nadie sabe lo que es, y a nadie le importa. El doctor House no encontraría trabajo en España.
  • Cuando empiezas a delirar con que tu jefe supuestamente te ha pedido que montes un árbol de navidad en el edificio de la empresa, y a las cinco de la mañana sólo estás pensando en que el día anterior no te dio tiempo a terminarlo y tienes que ir lo antes posible, te das cuenta de que a) piensas demasiado en el trabajo y b) tienes una fiebre bastante alta.
  • Tras cuatro días de pérdida de líquidos por varias vías, circunstancia que no especificaré mucho más por no ser (aún) más escatológico, recibir litro y pico de suero intravenoso es tan refrescante como una Coca-Cola en mitad del desierto. Si antes ya estaba delgado, ahora parezco la radiografía de un silbido, pero intento recuperar peso.
  • Cuando tu cumpleaños coincide con nochebuena, y tu cena se compone de media tortilla francesa, mientras ves cómo a tu alrededor las bandejas llenas de manjares pasan de mano en mano… preferirías matar antes que seguir comiendo esa tortilla.

Conclusión: dos visitas de médicos a domicilio, dos visitas a urgencias, no poder aprovechar las fiestas, no poder salir a comprar regalos decentes (mis disculpas a los desafortunados, hice lo que pude) y, en general, perderme casi todas las fiestas y las vacaciones, que ya tenía cogidas y he gastado en esto.

Ahora, aprovechando que vuelvo a la rutina diaria (trabajo y demás), vuelvo a recuperar los hábitos perdidos, como el contacto constante con ese maravilloso flujo de paquetes TCP/IP llamado internet, así que estaré por aquí más a menudo. O, al menos, tanto como de costumbre.