Esto empezaba ayer tal que así:

si lees esto y puedes ofrecerme un plan para hoy ya estás tardando

que acabó transformándose en un plan para salir con varios amigos/as. Como todo en la vida, el plan acabó yéndose al traste, por lo que hubo que pensar rápidamente en algo alternativo.

Como ya hemos tratado en otras ocasiones, ciertas personas de mi entorno empiezan a ver que “se me pasa el arroz” (Nota mental: dejar de utilizar esa expresión en algún momento futuro)… eso implica que intenten “venderme” de cuando en cuando a alguien. No se en cuánto está la dote ahora mismo. Como el plan de ayer se torció, y había desaparecido la oportunidad que tenían para realizar algún trueque conmigo, rápidamente se decidió otro marco de trabajo donde podían seguir negociando (el mercado de valores de la ciudad vecina aún no había oído el ruido de la campanita).

Resumiendo para no alargarnos: varias personas intentando deshacerse de mí a cambio de tres cabras y cuatro camellos negociando con una rubita de muy buen ver. Y no sé exactamente cómo el próximo fin de semana hemos terminado quedando en el mismo sitio, para continuar con los acuerdos bilaterales.

En otro término de cosas, al menos el local estaba bien y todos nos echamos unas risas, con lo que el sábado mejoró mucho. Otras consideraciones sobre otros temas tendrán que esperar aún un poco más.