El Viernes me dijeron que me vieron sonreir feliz y contento, y que hacía tiempo que eso no pasaba. Exageraban un poco, pero también había una parte de razón en eso. Ayer Domingo, por primera vez en mucho tiempo, me apetecía que llegase el Lunes para venir al trabajo. Y por razones puramente profesionales. Sorprendente. Cómo cambian las cosas en tan poco tiempo.