La última vez que escribí en el blog que iba a dar de alta un contrato con Yoigo fue en Mayo. Seis meses después acabo de hacerlo. No está mal.

Me tienen que mandar un Motorola V3xx que es un móvil sencillito y barato, muy bonito, y que es justo el siguiente modelo a mi V3, con lo único que le faltaba que era lector de tarjetas de memoria. Podía haber cogido algún otro modelo mejor pero, sinceramente, para lo que uso el móvil ya me basta y me sobra.

Durante el último mes me han llamado en dos ocasiones de Orange (mi operador actual) para ofrecerme distintos tipos de contrato, pero todo lo que ofrecían era sensiblemente más caro. Las teleoperadoras no sabían muy bien qué decirme cuando a su “te ofrecemos 18 céntimos en la franja horaria de tal a cual” yo les respondía “hay otros operadores que me ofrecen 12 a todas horas”. Ya os contaré si finalmente el servicio es bueno o no.

Además ahora ofrecen llamadas entre teléfonos Yoigo a 0 céntimos/minuto, así que ya veremos si alguien más se apunta en mi entorno habitual y ahorro más dinero.

Nota: Hasta aquí ha sido gratis. Si eres comercial de Yoigo y lees esto ofréceme algo y yo sigo la labor de evangelización.

Y, para seguir con el tema de la procrastinación, un año después de abrir una cuenta nómina en ING-Direct, acabo de abrir la cuenta naranja (que es la que puede dar beneficios). Eso sí que es procrastinar, no acordarse de algo que es directamente positivo para ti exclusivamente por… dejadez.